"Una de las lecciones que aprendí, una y otra vez, de mi maestro Saljay Rinpoché es que, si quería ser feliz, tenía que aprender a reconocer y trabajar con los factores condicionantes que producen las reacciones compulsivas o vinculadas con los rasgos. La esencia de la enseñanza es que cualquier factor se debe entender como compulsivo en la medida en que oscurece nuestra capacidad de ver las cosas tal y como son, sin juzgarlas....
... ¿Cómo podemos responder adecuadamente, cuando nuestra visión es tan limitada y no conocemos todos los factores de la situación?. Si aplicamos a nuestra experiencia cotidiana el criterio de los tribunales norteamericanos, de decir "toda la verdad y nada más que la verdad", no nos queda más remedio que conocer que "toda la verdad" es que todas las personas simplemente quieren ser felices. Y lo que es realmente triste es que la mayoría de las personas buscan la felicidad de formas que, en realidad, tienen el efecto de sabotear el propio intento. Si pudiéramos ver "toda la verdad" de cualquier situación, nuestra única respuesta sería la compasión".
... ¿Cómo podemos responder adecuadamente, cuando nuestra visión es tan limitada y no conocemos todos los factores de la situación?. Si aplicamos a nuestra experiencia cotidiana el criterio de los tribunales norteamericanos, de decir "toda la verdad y nada más que la verdad", no nos queda más remedio que conocer que "toda la verdad" es que todas las personas simplemente quieren ser felices. Y lo que es realmente triste es que la mayoría de las personas buscan la felicidad de formas que, en realidad, tienen el efecto de sabotear el propio intento. Si pudiéramos ver "toda la verdad" de cualquier situación, nuestra única respuesta sería la compasión".
Yongey Mingyur Rinpoché.
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